Nuestra historia

La Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay (FCPU) fue fundada el 15 de Diciembre de 1962, en la Unidad Cooperaria
Nro 1 Cololó, departamento de Soriano.
Las cooperativas que participaron de la fundación fueron: COPAY, COOPRU, CODARVI, COTAME y la Unidad Cooperaria Nro 1 COLOLÓ.

El movimiento de cooperativas nació por la iniciativa de los trabajadores que intentaban defender su fuente de trabajo como consecuencia de la quiebra o falta de rentabilidad de las empresas privadas a las que pertenecían. También existen otras cooperativas que surgieron por su adhesión a los valores filosóficos cooperativos, pero en todos los casos, se genera una relación laboral en forma solidaria, donde los instrumentos de trabajo son de propiedad colectiva.

Es de este movimiento que surge como necesidad de crear una mayor conciencia de pertenencia al movimiento y para el fomento del cooperativismo de producción la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay, como entidad gremial representativa del mismo, fundada el 15 de diciembre de 1962.

Foto de un envase de dulce de membrillo de Cololo

Unidad Cooperaria Nº1 Cololó

Historia del Movimiento Cooperativo en Uruguay

Diferentes autores coinciden en identificar antecedentes cooperativos en Uruguay ya en el año 1870 impulsadas por la oleada de inmigrantes provenientes de Europa. Los primeros antecedentes registrados establecen que en mayo de 1870 un grupo de obreros tipográficos creó una Sociedad de Socorros Mutuo, idea que luego fue imitada en 1877 por empleados del ferrocarril. En junio de 1885 se crea el Círculo Católico de Obreros con finalidades similares.

A nivel mundial, se reconoce como fecha de nacimiento del cooperativismo moderno al año 1844, en el que 28 obreros tejedores del condado de Lancaster (Inglaterra) crean la “Sociedad Equitativa de los Pioneros de Rochdale”, con la finalidad de establecer un almacén de comestibles y ropas, fabricar juntos los artículos más necesarios y destinar una parte de los beneficios a la instrucción de los socios y sus familias.

Ómnibus de Copay

Cooperativa de Transporte de Paysandú (COPAY)

Es en 1889 que se reconoce la primer cooperativa de consumo fundada en la “Ciudad Vieja” de Montevideo por el señor Cándido Róbido. A partir de esta primera experiencia cooperativa, entre fines del siglo XIX y comienzos del XX se desarrollaron otras experiencias:
1889 Cooperativa obrera tipográfica (Montevideo).
1903 Cooperativa Obrera de Consumo del Frigorífico Liébig de Fray Bentos (Río Negro).
1909 Cooperativa de consumo “La Unión” integrada por obreros textiles de Juan Lacaze (Colonia).

En esta primera etapa, las experiencias cooperativas en sentido estricto no son muchas, pero si lo suficientemente impactantes como para permitir su evolución posterior. Estas primeras formaciones cooperativas se asocian a la concentración de importantes grupos de trabajadores lo que seguramente se relacione también con lasformaciones sindicales (ferrocarril, frigoríficos, gráficos, textiles).

Lo que hoy conocemos estrictamente como «cooperativas» surgen con mayor firmeza en 1920, lideradas por las cooperativas de consumo y luego la de los funcionarios ferroviarios, y los de UTE.

Durante la década de 1940 hubo varios intentos legislativos e institucionales (que no llegaron a plasmarse en hechos) que intentaron darle un marco jurídico más amplio al movimiento cooperativo.
1920 Se propone crear el Instituto Nacional Cooperativo.
1923 Se plantea crear un régimen legal de cooperativas.
1923 Creación del Instituto cooperativo Rural.
1926 Ley general de cooperativas.
1927 Proyecto de Ley de Cooperativas Agrarias.
1931 Régimen jurídico de las Sociedades cooperativas.
1937 Ley sobre Sociedades Cooperativas.

Un capítulo aparte merecería el considerar el papel de las cooperativas durante el período dictatorial (1973- 1984). De este período es necesario mencionar que las cooperativas en todas sus formas sufrieron daños, ya sea por la obstaculización a su desarrollo, como por la persecución o la violencia a la que fueron sometidos los cooperativistas. No obstante para el movimiento cooperativo existe un balance favorable en el sentido que se logró una acumulación de fuerzas, que permitió que estas organizaciones fueran verdaderas “islas de libertad” en plena dictadura, aportando en muchos casos propuestas autónomas y ejerciendo formas de organización y poder popular.

Posteriormente, por decreto n.º 128/91, del 6 de marzo de 1991, se creó la Comisión Honoraria del Cooperativismo (CHC) en el ámbito de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (opp) de la Presidencia de la República. Un rasgo característico que tuvo esta comisión fue su conformación mixta con miembros designados por el Poder Ejecutivo y del sector cooperativo.

Sin embargo, y más allá de la voluntad y esfuerzo de sus responsables, los resultados de la CHC fueron magros, fundamentalmente debido a la casi nula asignación de recursos para instrumentar tan vastos objetivos (Cibils, 2007).

Sobre fines de esta etapa se aceleró el proceso de surgimiento de cooperativas a partir de la recuperación, por los trabajadores, de empresas capitalistas quebradas. Diversos estudios muestran que, ante una situación crítica de la empresa, los trabajadores se resistieron a aceptar el cierre de esta y se movilizaron para evitar la pérdida de la fuente de trabajo (Mallo y Rieiro, 2011; Martí et al., 2005; Rieiro, 2009).

Si bien esta forma de creación de cooperativas no es una novedad en la historia económica del Uruguay, se aceleró a fines del siglo xx y comienzos del nuevo milenio. Una veintena de unidades productivas quebradas fueron recuperadas bajo la modalidad de cooperativa entre 1997 y 2004 (Martí et al., 2014).

Visita de Líber Seregni a la fábrica CODARVI. Año 1972 (aprox.)

Visita de Líber Seregni a la fábrica CODARVI. Año 1972 (aprox.)